Se ha por costumbre o captación generalizada, hoy se entiende que la palabra Machupicchu, literalmente traducida, significa: Montaña Vieja. No obstante, el Dr. Marino Sanchez afirma: "tradicionalmente, dicen que PICCHU etimológicamente significa cero, pero no se encuentra en ningún diccionario quechua."
Es conocido por los quechua – hablantes, que la palabra Machu se traduce como viejo, ancestral; pero no se conoce la traducción exacta de la palabra Picchu los diccionarios antiguos de quecha al español no registran el significado de este término; mas los modernos ya traducen "PICCHU" o "PIKCHU " como montaña, influenciados por la difusión del nombre de Machupicchu.
En conclusión, el primero que tradujo Machupicchu como montaña vieja fue Binghan, considerando que Machu es Viejo, ancestral; y concibiendo a Picchu como montaña, posiblemente se basó en la existencia del antiguo barrio de Pijchu que está ubicado en un cerro aledaño a la ciudad de Cusco.
Según evidencias arqueológicas Machupicchu se construyó a mediados del siglo XV d.c (gobierno del Inka Pachacutecc)
La obra se realizó atreves de la Mit'a, es decir, los constructores fuero miles de Mit'ayoq (obreros que trabajan para pagar sus impuestos), altamente organizados y disciplinados, dirigidos por sus respectivos líderes, venidos de otras regiones. La dirección técnica estuvo a cargo de especialistas en construcción (Arquitectos) de la elite Imperial Inca.
Primero se ejecutaron los planos arquitectónicos, y fue el mismo Inka Pachacutec quien, con sus asesores planifico el diseño. Elaboraron, una maqueta y según este modelo procedieron a realizar la obra; estableciendo previamente un campamento base de operaciones, en la zona de Mandorpampa. Iniciaron los trabajos con los rituales de permiso a la Pachamama y la entrega de sus respectivas ofrendas; a continuación, deforestaron la zona, removieron los bloques de piedra existentes en el lugar de obra, y de acuerdo al diseño fueron construyendo las plataformas (andenes o terrazas) para distribuir el espacio. Una vez terminadas las terrazas, en la parte que correspondía a la zona urbana, edificaron los recintos, construyendo los muros con la belleza y calidad que hoy admiramos. Los techos se estructuraron con troncos gruesos y delgados las cuales fueron cubiertas con ichu (paja). Los muros de factura rustica fueron enlucidos con una capa de arcilla y pintados con diversos colores.
La construcción de Machupicchu duro entre 30 a 40 años aproximadamente, y cuando fue terminada su estructura básica, los miles de obreros se retiraron entonces, la ciudad fue habitada por gente selecta proveniente del Qosqo y otras regiones del Imperio, que venían a cumplir sus altas funciones político-culturales y religiosas.
Según la deducción arqueológica, sustentada en la cantidad de agua de consumo disponible y el número de edificaciones (un total de 186 recintos, siendo la mayor parte alojamientos, almacenes, templos y viviendas), Machupicchu habría estado poblada aproximadamente por unos 500 habitantes; y recibía en los días especiales de celebraciones religiosas un promedio de 1000 visitantes, entre líderes, comitivas y servidores.
Machupicchu fue un espacio sagrado, donde funcionaba una institución relacionada al Tambo-Toqo (templo de Sabiduría), que educaba a futuras generaciones de líderes que respaldarían sucesivamente el dominio creciente del Imperio; es decir, fue una escuela donde se preparaba a los futuros líderes y sabios sacerdotes; también se guardaban y acrecentaban los secretos del poder y los conocimientos trascendentales para la evolución espiritual. En sus recintos albergo a los sabios más selectos quienes sustentaban ideológicamente el poder de los Incas, además enseñaban los valores que hacen al hombre un Inca o una Qoya.
El despoblamiento de Machupicchu sucedió aproximadamente entre los años 1537 a 1545, a consecuencia de la guerra de Manco Inca contra los invasores españoles. Por órdenes de este, se trasladaron a HatunWillkapampa, donde continuaron cumpliendo su sapiente labor.
Recordemos que cuando Manco Inca inicio la guerra de liberación en 1536 luego de las primeras contiendas se retiró a Ollantaytambo, posteriormente llevando los emblemas imperiales se trasladó a la provincia de Willkabamba, para reorganizar su ejército y emprender una lucha generalizada con el fin de restaurar el imperio.
Al dirigirse a Willkabamba, tomo la ruta de Ollantaytambo, Panticalla (Abra Malaga) y Valle de Amaybamba, en este lugar, luego de un enfrentamiento con el ejército hispano, cruzo el puente Chukichaca y llego a Vitcos, donde estableció su capital política.